Los últimos datos publicados por el Banco Central muestran que el año pasado se realizaron 3,6 millones de pagos.
Los uruguayos no escapan a la tendencia global y prefieren cada vez más los medios electrónicos para hacer sus pagos, en lugar del dinero en efectivo. Una muestra es la fuerte penetración que tiene entre los consumidores el uso de la tarjeta de débito.
Un comportamiento similar también se observa en los canales que permiten hacer pagos electrónicos por medio de teléfonos celulares e internet, y que siguen ganando terreno. El monto total de los pagos móviles y por internet trepó a US$11.417 millones en 2018, producto de algo más 20 millones de operaciones.
Evolución. En cinco años los pagos móviles se multiplicaron por más de cinco en cantidad de operaciones y por más de nueve en montos. Los últimos datos publicados por el Banco Central (BCU) muestran que el año pasado se realizaron 3,6 millones de pagos por un total de US$381 millones.
Un lustro hacia atrás, en 2014, la cantidad de pagos era de algo más de 666.000 y el monto transado rondaba apenas los US$40 millones. Las cifras muestran un crecimiento constante desde esa fecha. Durante el último año el monto promedio de las operaciones por ese canal fue de US$104.
Las transacciones móviles son los que se inician desde un dispositivo móvil por una instrucción de pago enviada por el titular mediante mensaje a la institución donde tiene radicada su cuenta.
Esta modalidad presenta un gran potencial de crecimiento a partir de la fuerte penetración de los dispositivos móviles en la vida cotidiana de las personas. A junio del año pasado había 5,4 millones de celulares activos, según los últimos datos divulgados por la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec).
De ellos, el número de servicios móviles (voz y datos) con acceso a internet, incluyendo servicios pospagos y prepagos era de casi 4 millones.
A esto se suma el avance en tecnologías de última generación con amplia cobertura territorial (y la consecuente multiplicación en la velocidad de transmisión de datos), que permiten optimizar la experiencia del usuario y crean un entorno propicio para el cambio en los hábitos de pago de los agentes, según el BCU.
Los datos que publica el BCU reflejan solo una porción del mercado total de pagos móviles, a partir de la información enviada por una institución de intermediación financiera (Santander), dos proveedores de servicios de pagos con tecnología digital (Banred y Paganza) y una empresa de telefonía móvil (Movistar).
También crecen de manera exponencial las operaciones de pago de bienes y servicios que se hacen a través de los servicios de banca por internet y de las terminales específicamente diseñadas para ese fin, en las que el usuario ingresa de manera directa al sitio web del banco, al sitio del proveedor de servicios de pago o al establecimiento comercial.
En 2018 hubo 16,4 millones de transacciones que totalizaron algo más de US$11.000 millones. Si se realiza la comparación con 2016 (fecha en la que el BCU comenzó a medir los pagos por internet) durante el último año se hicieron 9,5 millones más de operaciones y se movieron US$4.200 millones más por este canal. La operativa informada por el BCU corresponde a datos proporcionados por Urutec, Banred, Sistarbanc y DeRemate.
Débitos automáticos
Los débitos automáticos totalizaron en 2018 unos 9,5 millones de operaciones por US$ 3.826 millones.
Aquí se incluyen los cargos realizados por las instituciones de intermediación financiera a las cuentas bancarias de sus clientes, a solicitud de un tercero con la autorización previa del titular de la cuenta, y que se utilizan generalmente para pagar servicios como electricidad, telefonía, televisión por cable, cuota de colegios, gastos comunes y seguros, entre otros.
Al compararla con otras modalidades de pago (móviles, internet y transferencias) el débito automático es el instrumento de pago no presencial con el menor índice de crecimiento. En 2014 las operaciones eran 5,9 millones y sumaban US$1.500 millones.
Fuente: El Observador