Mastercard: Pagos sin contacto: el puente hacia el mundo digital

Mastercard: Pagos sin contacto: el puente hacia el mundo digital

POR RODOLFO DURAN,
VP de Desarrollo de Negocios de Mastercard, América Latina y el Caribe.

La fiebre de pagos sin contacto es una de principales tendencias en el área de pagos. En algunos países, como Australia, Canadá y Polonia, el hábito de acercar la tarjeta a una terminal de pago y pagar la compra ya se ha convertido en algo tan común como comprar un café.

En América Latina, el ritmo de adopción de los pagos sin contacto aún está lejos de ser ideal. El uso de efectivo es predominante en el 85% de las transacciones en la región.

Es interesante observar que los mismos consumidores que usan efectivo están adoptando cada vez más el comercio electrónico. De hecho, las compras en línea crecen a un ritmo 2.5 veces más rápido que las compras en tiendas físicas en América Latina, una señal de que los consumidores buscan la comodidad de comprar con unos pocos clics sin abandonar la comodidad de sus hogares.

Cuando el efectivo sigue siendo la forma de pago dominante, es difícil hablar de una experiencia de compra en línea óptima. Según un estudio publicado por la consultora Statista, el 35% de los consumidores que compran a través de Internet en América Latina pagan sus compras en efectivo al momento de la entrega.[1]

En Brasil, el mercado más grande de la región, los “boletos bancarios” (boletas de depósito) son responsables de 3.700 millones de transacciones por año o el 25% de todas las transacciones de pago en compras en línea.[2]

Ahí es donde entran los pagos sin contacto. Hay una correlación directa entre el uso de pagos sin contacto y la reducción del uso de efectivo. Cuando los consumidores se familiarizan con la facilidad y conveniencia de pagar sus compras con tan solo acercar su tarjeta a la terminal, el reemplazo de efectivo por pagos electrónicos es una consecuencia natural.

Los efectos de la eliminación del efectivo y la digitalización de los pagos en la sociedad son numerosos, pero uno que sobresale es el fomento de la inclusión financiera de millones de personas actualmente excluidas del sistema.

Con el desarrollo de nuevas tecnologías que garantizan la seguridad e integridad de los pagos en línea, como la tokenización y el uso de datos biométricos para la autenticación de pagos, la línea que separa los pagos físicos de los digitales se volverá aún más frágil. Un consumidor familiarizado con el uso de tarjetas sin contacto para hacer compras en negocios tradicionales tendrá más probabilidades de migrar a una billetera para realizar transacciones en el mundo virtual.

Fuente: Hardwa Reviews