Cuando analizamos los factores que impulsan la transformación digital, resalta una nueva construcción del móvil como elemento de mayor importancia en nuestro día a día. Quizá era muy sorpresivo darnos cuenta de que el móvil nos estaba liberando de aprendernos los números de teléfono, nos permitía escribir notas importantes, leer diarios, tomar fotos, realizar presentaciones, entre otras cosas.
Hoy, podemos tener al móvil como el principal factor de innovación futurista que ya está permitiendo hacer compras por internet, delivery a restaurantes, bodegas, supermercados, pagar servicios, transferir dinero o pedir taxis. Todo ello en una fase que no tiene intenciones de parar puesto que el móvil seguirá presentando nuevas opciones de servicios que buscan facilitarle la vida al ciudadano centrándose en el activo que hoy en día escasea y es valorado cada vez más: el tiempo.
Todo esto ha llevado a centrarnos en la utilidad del móvil y adecuarlo a este día a día del que nos referimos al inicio de esta nota. Entonces, podríamos decir que ¿ya estamos preparados para cambiar la cartera por el móvil? ¿cambiaríamos nuestros hábitos de salir de casa sin la cartera?
Digamos que ya lo estamos haciendo sin darnos cuenta, porque estamos seguros de que podemos olvidarnos de cualquier cosa, pero menos del móvil.
Esta situación, llevada al sector de negocios, tiene al mCommerce como el principal factor en el sector de negocios electrónicos y medios de pago que prevé un aumento del 11% anual convirtiéndolo en el principal método de pago para el 2020.
Según un informe difundido por World Payments Report 2017, realizado por la consultora Capgemini y la entidad bancaria BNP Paribas, se estima que el número de operaciones de pago digital en todo el mundo aumentará un 10,9% anual hasta el 2020, logrando alcanzar los 726.000 millones, siendo las grandes protagonistas de este crecimiento, China, que casi triplicará la tasa de Europa.
Si es así, no demorará tanto en llegar a esta parte del continente donde colocar al móvil como la principal opción de pago digital dependerá siempre y cuando haya una mejora continua en la tecnología de conectividad en los hogares y en los canales alternativos que ofrecen las diversas compañías móviles.
Por su parte, las entidades emisoras de tarjetas de crédito y débito juegan un papel importante en este ecosistema porque están firmando alianzas con empresas tecnológicas para lanzar aplicaciones de pago como Apple Pay, Samsung Pay o Android Pay que van en un crecimiento rápido. Incluso si analizamos los dos últimos años, conoceremos que se hicieron 3.000 millones de pagos con el móvil en todo el mundo y se prevé que llegará a 22,8 miles de millones para el 2021.
Sin duda todo se está confabulando para que el usuario final tenga el incentivo adecuado para seguir realizando actividades, operaciones y transacciones desde su dispositivo móvil. Entonces surge nuevamente la pregunta si ¿cambiaríamos nuestros hábitos de salir de casa sin la cartera?