La biometría va ganando terreno para la seguridad de los datos en la industria financiera

La biometría va ganando terreno para la seguridad de los datos en la industria financiera

Una contraseña con letras y números, la forma tradicional de proteger los datos en las plataformas bancarias, está siendo reemplazada por una huella dactilar, lectura facial, reconocimiento de voz e, incluso, del iris de los ojos. Se trata de una herramienta tecnológica que está dándole al cliente rapidez, seguridad y comodidad en los procesos. Una nueva experiencia.

La biometría pone en práctica métodos automáticos para el reconocimiento único de humanos, basados en uno o más rasgos conductuales o rasgos físicos intrínsecos. De acuerdo a Ricardo Navarro, CEO de la empresa especializada en el desarrollo de tecnologías de verificación de identidad, TOC, la biometría incluye la aplicación de técnicas matemáticas y estadísticas sobre los rasgos físicos o conducta de un individuo: uso de huellas dactilares, retina, iris, patrones faciales, venas de la mano o la geometría de la palma de la mano representan ejemplos características físicas (estáticas).

A través de esta tecnología, los usuarios de la banca pueden abrir una cuenta, acceder a productos y al onboarding digital de manera remota y desde un smartphone. Esto “acelera la transformación digital de la banca, ya que permite mejorar sustancialmente la experiencia de usuario y, al mismo tiempo, reforzar la seguridad de las apps y soluciones”, opina Roberto Valderrama, director Comercial de VeriTran en Chile.

Valderrama explica que, a diferencia de las contraseñas estáticas, “la biometría brinda una mayor seguridad a la hora de hacer transacciones bancarias por medio de diferentes dispositivos, ya que permite captar mucha más información sobre quién es el usuario y qué es lo que quiere hacer”. Sin embargo, como las contraseñas, el uso de un solo tipo de biometría tiene “su punto débil”, ya que puede llegar a presentar un falso rechazo o aceptación. Es por esto que el experto recomienda tener un sistema de seguridad multifactor, que implique la combinación de varios factores -como contraseñas, PIN, biometría de cara, voz o huella, y software token- es fundamental para contar con un sistema de seguridad robusto.

Retos

Es aquí donde tienen cabida algunas dudas sobre la totalidad de su confiabilidad. En mayo de este 2019 San Francisco se convirtió en la primera ciudad que prohíbe la tecnología de reconocimiento facial por presentar, de acuerdo a pruebas de las autoridades correspondientes, altos estándares de fraude.

En este punto, Óscar Gutiérrez, CEO de BioCredit, señala que “la biometría en la ciudad de San Francisco se prohibió para entidades oficiales, sin embargo, puede ser usada por compañías privadas o negocios comerciales. En todo caso, es cierto que si bien las técnicas biométricas cada vez presentan más avances también los retos siguen siendo grandes, es por esto que en BioCredit creemos que la fusión de técnicas biométricas con técnicas matemáticas y estadísticas como las de Machine Learning, ayudan a mejorar los procesos de identificación de las personas, de la misma manera puede la banca emplear esta + ´biometría conductual´ para asegurarse que la persona que está accediendo a un portal del banco, lo esté haciendo no sólo con sus rasgos biométricos, sino también con un comportamiento que se considere habitual”.

Valderrama coincide con este enfoque. “Si bien creemos que la biometría es una alternativa segura, en VeriTran también pensamos que es fundamental desarrollar un esquema de seguridad multifactor, por lo que es necesario sumar más pruebas para confirmar que la persona es quien dice ser. Los sistemas tradicionales se basan en una serie de pasos que incluyen “algo que el usuario tiene”, es decir, una tarjeta de coordenadas o un token, y en “algo que el usuario sabe”, su contraseña; mientras que la biometría aporta “algo que el usuario es”. Es importante pensar en un esquema que combine estos diferentes niveles de autenticación”.

Alcance en Latinoamérica

El equilibrio entre los beneficios que obtiene el banco y el cliente con el uso de la biometría ha permitido su masificación dentro de los sistemas tradicionales y la adopción de soluciones que desarrollen este servicio por parte de la banca. Sin embargo, queda un amplio camino por recorrer. Un ejemplo de ello lo da Gutiérrez, quien señala que actualmente “muchas instituciones financieras en el mundo operan con biometría para la firma digital de documentos, pero esto implica el desplazamiento del usuario a un punto físico para que, con dispositivos especiales, se pueda firmar digitalmente; esto desvirtúa un poco el hecho que el proceso sea digital y aún la regulación de los países latinoamericanos es temerosa en permitir la firma no presencial de documentos sobre todo a nivel financiero, es por esto que se debe trabajar conjuntamente entre los gobiernos, los bancos y las Fintech para lograr una mayor adaptación a las necesidades y requerimientos que el consumidor de hoy exige, que así como puedas pedir un domicilio puedas pedir un crédito o abrir una cuenta, es algo que en los países orientales nos llevan amplia ventaja y hay que aprender de ello”.

Por su parte, Valderrama destaca a Brasil como el país de la región que más ha avanzado en el empleo de esta herramienta tecnológica. El registro de las huellas dactilares de los datos ciudadanos para el sistema electoral y la creación de bancos 100% digitales ejemplifica el liderazgo del país.

No menos importante es el aporte que ha realizado la tecnología biométrica en la industria financiera “al mejorar los indicadores de sostenibilidad conocidos como huella ecológica. En el caso de la tecnología biométrica es la sustitución absoluta del uso del papel reemplazo los procesos por dato digitales”, resalta Navarro.

Todo apunta a que el futuro de esta tecnología seguirá en desarrollo y experimentación en beneficio de la seguridad de los datos de los usuarios.

Fuente: Ebanking News