Telefónica tiene a tiro convertirse en uno de los mayores bancos móviles de Latinoamérica. Este salto de las operadoras, que Orange está dando en Europa, se ha puesto a disposición de la empresa presidida por José María Álvarez-Pallete a raíz de un ofrecimiento de unos empresarios mexicanos.
La empresa que se ha puesto a tiro de Telefónica es MobileCard, una Fintech mexicana especializada en prestar servicios de medio de pago para clientes no bancarizados. La empresa está en venta y está siendo analizado por grupos latinoamericanos, según fuentes de banca de inversión consultadas por este medio. Sus dueños han venido ya varias veces a España para convencer a la operadora española de que entre en el proceso, aunque Telefónica ha decidido no dar el salto de momento.
Las mismas fuentes explican que el equipo de la operadora encargada de analizar la operación, el dirigido por Mariano de Beer, director general comercial digital, y Jaime Grau, director de pagos por móvil, no tiene clara la compra porque supondría rehacer un acuerdo de hace años con MasterCard. Algo en lo que han invertido mucho dinero y recursos, según las mismas fuentes.
Líder latinoamericano
MobileCard es una empresa que nació en 2009 con el objetivo de prestar servicios de pagos a clientes no bancarizados de México. En una economía como la azteca donde no hay muchas nóminas y se cobra en efectivo, esta compañía ofrece el pago por móvil de facturas y la posibilidad de retirar e ingresar dinero en 86.000 establecimientos.
Pero el mayor gancho con el que se vende esta compañía es su expansión a otros once países entre los que se encuentra Estados Unidos.
Este mercado le permite a MobileCard entrar de lleno en el negocio de las remesas de emigrantes latinoamericanos afincados en Estados Unidos, de los que hay más de 50 millones. Su aplicación permite que, por ejemplo, un mexicano residente en Telefónica pague directamente las facturas de su familia en México D. F., sin necesidad de transferencias que pueden llegar a un costar un 10%.
MobileCard logró al autorización para prestar este servicio tras meses de negociaciones con los organismos encargados de prevenir el blanqueo de capitales en Estados Unidos. Fue clave la entrada en su capital con un 10% de la empresa norteamericana CSG International.
Oportunidad
El resto del capital se lo reparten los dos empresarios que promueven el negocio: Enrique López Negrete, ex-directivo de Lusacell, operadora que compró hace dos años AT&T, y Ramón Fuentes.
Junto al negocio de las remesas, otro de los atractivos que los empresarios mexicanos ‘vendieron’ a Telefónica es la posibilidad de acceder a una base ilimitada de clientes. Así, han explicado a directivos y consejeros de la operadora en recientes reuniones que al acceder a millones de clientes no bancarizados que pagan por el móvil, podrían ofrecerles sus servicios de telefonía. En Europa sería más complicado por la nueva ley de protección de datos, que no existe en Latinoamérica.
De momento este argumento tampoco ha valido para convencer a Telefónica. Y la cuenta atrás del proceso de venta de MobileCard no se detiene.
Fuente: Vozpopuli
