El mercado móvil de LAC es el cuarto más grande del mundo, pues cuenta con casi 326 millones de usuarios de teléfonos inteligentes (smartphones) u otros dispositivos móviles. La forma en que esa población utiliza el teléfono inteligente está en evolución también, ya que el 54 por ciento de los usuarios de teléfono inteligente de LAC ha hecho compras móviles (comercio móvil) a través de
Internet; y alrededor de 22 millones de usuarios nuevos planean convertirse pronto en compradores de comercio móvil.
Incluso aquellos que no se han lanzado aun a las aguas digitales están pensando hacerlo. El setenta y cuatro (74) por ciento de los adultos de LAC está interesado en usar servicios móviles, entre ellos banca y billeteras digitales. Además de eso se proyecta que los consumidores de LAC que hacen pagos recurrentes con tarjeta archivada van a aumentar, pasando del 23 por ciento hoy en día al 87 por ciento dentro de una década. La rápida adopción de servicios de gratificación instantánea/pago instantáneo como Uber está alimentando gran parte de ese crecimiento.
Los comerciantes y las instituciones financieras que adoptan la convergencia digital en todos los puntos de contacto tienen una enorme oportunidad de reforzar el negocio y evitar las dificultades
creadas por negocios atípicos que se mueven rápido y crean mucho trastorno – entre ellos miles de negocios incipientes de tecnología financiera que han surgido por todas partes.
Aquellos que no dan ese paso de adopción corren el riesgo de ser irrelevantes, incapaces de competir en esta dinámica e hiperconectada economía global.
LAC: Más allá del efectivo y del plástico
Los consumidores quieren aplicaciones móviles inteligentes y fáciles de usar, ofrecidas por todos los comerciantes; el 77 por ciento espera que la tecnología provea una experiencia de compra más cómoda. Así que invertir en plataformas digitales para simplificar las transacciones puede ser muy lucrativo para las empresas de LAC.
Los tarjetahabientes que regularmente hacen muchos tipos de pagos digitales gastan 10 veces más que los que no los hacen. Claramente, atender a esos compradores de mayores ingresos puede ser una bendición para los negocios de LAC.
Pero, ¿cómo? Los avances tecnológicos – desde la informática en la nube hasta la Internet de las Cosas – hacen el comercio digital más generalizado y asequible en precio. Cada dispositivo conectado – desde automóviles hasta refrigeradores – es un dispositivo potencial de comercio, y esta proliferación de plataformas digitales está cambiando la forma en que los comerciantes venden y los consumidores compran.
En Perú, la operadora telefónica móvil Movistar está suministrando a 16 millones de clientes el primer servicio de dinero electrónico del país. Una cuenta de dinero electrónico vincula el número
telefónico del usuario con su tarjeta Tu Dinero Móvil; luego, a través del teléfono móvil, el usuario puede transferir fondos, hacer compras en tienda y rellenar su saldo – sin temer cuenta bancaria
alguna.
Brasil, donde las ventas de comercio electrónico aumentaron 20 por ciento en 2014, fue el primer país de LAC en ofrecer MasterPass, nuestra innovadora tecnología de pago para comercio electrónico. Este servicio, que almacena de manera segura los detalles personales, las direcciones de envío y las tarjetas favoritas, simplifica hacer compras usando cualquier dispositivo móvil.
Conectando servicios digitales a las tendencias de compra, los negocios de LAC pueden incluso usar la convergencia digital para pasar a atraer y captar a un nuevo grupo de clientes potenciales – aquellos que habían sido anteriormente excluidos.
Rompiendo barreras a la inclusión financiera
Las empresas comerciales que adoptan soluciones digitales están abatiendo barreras a la inclusión financiera, las cuales han impedido a muchas personas de LAC participar en el mercado global.
Según el Banco Mundial, alrededor de 210 millones de adultos de LAC no tienen cuentas bancarias. En consecuencia, ellos corren más riesgo de ser víctimas del robo o de no poder sustituir el dinero perdido. Además de eso, estas personas viajan a menudo grandes distancias o hacen cola para pagar sus cuentas, lo que limita su productividad y su potencial de ingresos.
En un sentido positivo, el número de personas que no tienen cuenta bancaria ha disminuido considerablemente. Hoy en día, alrededor del 51 por ciento de los adultos de LAC tiene una cuenta
bancaria, comparado con apenas 39 por ciento hace cuatro años. Un acceso más fácil a los fondos – como pagos digitales a través del teléfono móvil o terminal en tienda – acelera la participación
completa de estas personas en la economía digital.
Numerosos estudios han mostrado que pagar sueldos o la ayuda gubernamental por vía digital abre la puerta a la inclusión financiera. Cuando los gobiernos, comerciantes al detalle e instituciones
financieras amplían sus propuestas de servicio digital, el impacto es inmediato – y considerable.
Por ejemplo, en Colombia, tres millones de personas reciben ahora beneficios de seguridad social electrónicamente, lo que les facilita ahorrar dinero, pagar sus cuentas en forma segura y eficiente, y reducir su pobreza.
Otras manifestaciones de convergencia digital beneficia a los marginados económicamente, particularmente a las mujeres. En LAC, el 23 por ciento de las mujeres es propietaria de pequeños
negocios. Pero en muchas zonas rurales, la capacidad de competir en pie de igualdad se ve entorpecida por la falta de acceso a los bancos.
Esas luchas presentan un nivel más reducido en México, donde el banco BANSEFI usa pagos electrónicos para desembolsar los beneficios sociales. La mayoría de las personas que reciben esos servicios son mujeres, así que el programa está dando a muchas – por primera vez – la oportunidad de depositar fondos, ahorrar dinero y realizar otras transacciones financieras.
Los negocios que ofrecen soluciones seguras omnicanal de comercio digital fácil de usar están respondiendo al llamado de los consumidores, quienes piden experiencias excepcionales.
En LAC y en otras partes, digitalizarse se transforma rápidamente en la apuesta sensata para mantenerse competitivo en nuestro mundo – un mundo en rápido movimiento y siempre conectado.
Fuente: MasterCard