Las proyecciones sobre la expansión de los pagos sin contacto son contundentes. Con más países y comercios agregándose a esta tendencia, es un hecho que caminamos hacia un mundo con transacciones sin contacto. Frente a este horizonte, MasterCard se ha propuesto que, para la mitad de 2019, todas las tarjetas nuevas que se emitan en distintas regiones, incluyendo América Latina, tengan esta tecnología incorporada.
Hoy en día existen más de 9 millones de comercios, en 114 países del mundo, que utilizan el sistema de pagos sin contacto. De igual modo, una de cada cinco transacciones de compra con tarjeta se realiza con este sistema y se calcula que hasta el 2022, este tendrá un crecimiento anual de 24%, según el último reporte de TechSci Research.
Los pagos sin contacto, con los que únicamente es necesario acercar la tarjeta o dispositivo móvil al lector para pagar la compra en unos segundos, están creciendo exponencialmente a nivel mundial año tras año, y los países de América Latina empiezan a sumarse a esta imparable tendencia. Costa Rica lidera el tema ya que el gobierno ha puesto la meta de que, para finales de 2018, el 100% de las tarjetas cuenten con esta tecnología.
En Europa, más del 40% de las transacciones cara a cara se realizan sin contacto, mientras que en Asia Pacífico ese porcentaje supera el 50%. Ambas regiones son las que impulsan la mayor parte de este crecimiento.
En Australia, más del 90% de las transacciones son sin contacto; mientras que, en la República Checa, Polonia, Hungría, Georgia y Eslovaquia, tres de cada cuatro operaciones son sin contacto. Mercados importantes como el Reino Unido, los Países Bajos, España, Singapur, Nueva Zelanda y Canadá, registran un uso cada vez más extendido y se espera que sea mayor en los próximos años.
¿A qué se debe el crecimiento?
La acelerada penetración tiene una explicación muy concreta: en un mundo donde la comodidad y el buen uso del tiempo lo es todo, donde cada vez más los consumidores optan por pagar digitalmente en vez de utilizar efectivo.
Las tarjetas sin contacto son iguales a una tarjeta de crédito o débito; la diferencia es que vienen con un chip incorporado que permite completar la transacción, siete veces más rápido que con los métodos tradicionales.La mayoría de los pagos sin contacto no requieren de PIN o firma en las compras de bajo valor; aunque esto depende de las regulaciones locales.
En más de 80 ciudades del mundo, ya no es necesario comprar boletos para pagar el tren, metro o autobús, ahora solo con acercar la tarjeta Contactless o el teléfono móvil, ésta funciona como boleto.
El beneficio de la simpleza, velocidad y seguridad de los pagos sin contacto no solo es para los consumidores sino también para los comerciantes que los aceptan. América Latina está entrando a una era de transacciones y pagos más rápidos en los que Mastercardserá un actor fundamental para que las personas sigan viviendo experiencias que no tienen precio.
Fuente: La República