El objetivo es aprovechar los beneficios de la eficiencia que las instituciones de fondos de pago electrónico pueden aportar y mitigar los riesgos asociados a estos.
La norma entra en vigor a partir del 1 de Setiembre y alcanza a empresas como Cielo, Redecard, Izettle, First Data, BPP, Stone, emisores de tarjetas para alimentación y prepago.